Las comunidades marginadas enfrentan una serie de desafíos complejos que van desde la falta de acceso a servicios básicos hasta la discriminación y la exclusión social. Sin embargo, a pesar de estas adversidades, estas comunidades también son ricas en talento, resiliencia y potencial. Es aquí donde entran en juego las fundaciones, como catalizadores de cambio y agentes de empoderamiento.
En un momento en que el mundo enfrenta desafíos sin precedentes, la labor de los programas sociales se vuelve aún más crucial. Es por esto que, desde la entrega de despensas hasta servicios médicos móviles, Fundación Letty Coppel emerge como un catalizador de cambio, impulsando cambios significativos que impactan positivamente en la vida de aquellos que más lo necesitan.
Uno de los aspectos más importantes al momento de ser partícipe de una completa transformación en la vida de quienes lo necesitan, es creer en la causa por la que se trabaja, comprometiéndose con las personas y guiándose por valores como la empatía, equidad, justicia y respeto por la dignidad humana.
La verdadera medida del éxito de Fundación Letty Coppel en la transformación de comunidades marginadas no se encuentra en sus balances financieros o su reconocimiento público, si no en el impacto tangible que generan en la vida de las personas. Un ejemplo de esto es que brindan ayuda a niños, jóvenes y adultos mayores con necesidades particulares al donar aparatos ortopédicos como sillas de ruedas, bastones, muletas, etc. Permitiéndoles una mayor movilidad y rendimiento en su día a día, demostrando que su condición no es un obstáculo.
Este grupo de personas pertenecen alrededor de un 16% de la población en México, siendo una de las minorías más grandes que existe en el país. Por lo tanto, uno de los apoyos que se brindan es la rehabilitación física en niños y adultos, permitiéndoles una mejora en su calidad de vida. Al proporcionarles las herramientas necesarias para superar las barreras que enfrentan, la rehabilitación contribuye a construir un mundo más inclusivo, equitativo y accesible para todos.
Además de la ayuda brindada para las necesidades físicas de las personas que lo requieren, se otorgan despensas y orientación nutricional. Se trata de un apoyo mensual que se da a familias y adultos mayores que no cuentan con una fuente de ingresos o pensión que les permita cubrir sus necesidades más básicas, generando así una promoción de la salud y bienestar y reduciendo la desigualdad y la exclusión de comunidades en situaciones vulnerables.
Finalmente, al trabajar en colaboración con otros actores sociales, las fundaciones pueden contribuir significativamente a la transformación positiva de la sociedad, fomentando la
innovación, proponiendo la participación cívica y el voluntariado y abogando por un verdadero cambio para las generaciones actuales y futuras.